Por Frei Betto | Servicios Koinonía
Frei Betto es uno de los mejores conocedores de Paulo Freire. Además de amigo personal, aplicó su método en la educación popular que ejerce hasta el día de hoy. Este homenaje que le hace en el centenario de su nacimiento es una mezcla de experiencias vividas con él y exposición simple y ejemplar de su método. Me uno a él en esta celebración. Traté con él cuando Betto pertenecía al comité científico del grupo de teólogos y filósofos, de los cuales formaba parte, que editaban y editan todavía la Revista Internacional Concilium (en 7 lenguas). Desde el principio surgió un gran diálogo, del cual él era maestro. Se cuenta entre los fundadores de la Teología de la Liberación, cosa que él decía muy honrado. Sigue el texto lúcido y vivencial de Frei Betto
Puedo afirmar, sin miedo a exagerar, que Paulo Freire está en la raíz de la historia del poder popular brasileño a lo largo de 50 años, entre 1966 y 2016. Ese poder surgió como un árbol frondoso de la izquierda brasilera actuante en la segunda mitad del siglo XX: grupos que lucharon contra la dictadura militar (1964-1985); las comunidades Eclesiales de Base de las Iglesias cristianas; la amplia red de movimientos populares y sociales que despuntaron en los años 70; el sindicalismo combativo; y, en la década de 1980, la fundación de la CUT (Central Única de los Trabajadores); de la ANAMPOS (Articulación Nacional de los Movimientos Populares y Sindicales) y enseguida de la CMP (Central de Movimientos Populares); del PT (Partidos de los Trabajadores); y del MST (Movimento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra); y de tantos otros movimientos, ONGs y entidades.
Si tuviese que responder a la pregunta: “Indique una persona causante de todo eso”, diría sin ninguna duda: Paulo Freire. Sin la metodología de educación popular de Paulo Freire, no habría esos movimientos, porque él nos enseñó algo muy importante: a ver la historia desde la óptica de los oprimidos y hacerlos protagonistas de los cambios en la sociedad.