Por Juan Fermín
Sí bien como planteó Lenin que el imperialismo inicia su existencia tras la descomposición del capitalismo, dado que el “librecambio es sustituido por el monopolio y el capital financiero, que reparten al mundo entre los países capitalistas más desarrollados”, tenemos que comprender también que esta cuestión se entrecruza con la enajenación, la alienación y la autoenajenacion de los individuos, de los grupos y las clases sociales, debido a la activa presencia de la subjetividad en el nivel de la conciencia y la psicología de clases.
La enajenación, la alienación y la autoenajenacion son fenómenos que están ubicados en el nivel de la conciencia social del individuo, “que aparecen por efecto de determinadas circunstancias y mecanismos económicos”; los efectos de las circunstancias y los mecanismos económicos se observan, en la explotación del hombre por el hombre y en la explotación o el saqueos de los países desarrollados imperialistas contra los países subdesarrollados, dependientes de la periferia.
La cuestión fronteriza-geográfica ha provocado conflictos sociales, económicos, políticos y militares entre naciones y naciones de manera permanentemente, estos conflictos se han observado en Europa, Asía, Africa y Latinoamerica, en latinoamerica ha estado presente desde el 1697 en la Isla de Babeque o Haití que comparten la República Dominicana y la República de Haití, entre las que la ultraderecha-imperialismo han promovido el odio, la guerra y las invasiones militares.
La cuestión fronteriza domínico haitiana como realidad construida, ha tenido la presencia de los personajes, de los grupos, de las naciones y de las clases sociales más diversas, aunque todos han coincidido en el pensamiento conservador opresor, según las circunstancias y las épocas históricas, en las que han impuesto el problema colonial. Quienes han tenido que ver con la zona fronteriza se han enriquecido, han maldecido y han practicado la politiquería.
El colonialismo como factor histórico tiene una íntima articulación con la problemática de la dependencia, en principio con el saqueo y luego con la explotación o ambas cosas a la vez, capital central y capital periférico. La expansión, política, económica, militar, cultural y religiosa son cuestiones totalizante del pensamiento colonizador. “La dependencia, exactamente, indica que en la relación del capital central-desarrollado con el capital periférico-subdesarrollado (y en la dirección de este hacia aquel) se sufre una dominación, robo, una alienación: dominación por dependencia, por explotación, por extracción de plusvalor periférico”. Enrique Dussel…un comentario a los Grundrisse, pág. 386.
El colonialismo histórico de la República Dominicana se evidencia en la sumisión totalizante de los personajes, los grupos y las clases que han estado involucrados en la cuestión fronteriza domínico haitiana, en lo que se incluyen la ideología y la psicología de la dependencia. La sumisión al poder imperialista estuvo presente en Joaquín Balaguer, el PRD-Hipolito Mejía; el PLD-Leonel Fernández y en el PRM-Luis Abinader. Leonel y Abinader piden e imploran al imperialismo norteamericano la invasión militar a la República de Haití para que se les pueda llevar la tranquilidad, la estabilidad y el desarrollo a esta nación, ambos dirigentes burgueses tocaron el mismo fondo sumiso colonialista de Pedro Santana con la Anexión a España.
La ultraderecha internacional sumisa y dependiente, tal y como lo hacen sus pensadores, presentan la historia como un desarrollo de una manera lineal, negando la existencia de la lucha de clases, negación que la hacen asumiendo la filosofía y el pensamiento positivista con leyes naturales. Estos últimos acusan a Carlos Marx de estar en el marco del positivismo defendiendo la verdad absoluta, pero la realidad es que Marx criticó a los positivistas como a los pensadores relativistas, señalando que es posible estudiar la realidad sin esperar tener la verdad absoluta, porque la verdad concreta es una multiplicidad de determinaciones y características. La realidad es mucho más compleja que la teoría, el marxismo comprende que la realidad es cambiante y compleja.
Los serviles presidentes dominicanos, los grupos y las clases sociales dominantes, como continuadores del colonialismo histórico, no confían en su fuerza social y temerosos se arrodillan ante sus amos imperialista, esperan mayor opresión para los trabajadores haitianos y dominicanos, con la finalidad de seguir acumulando riqueza, en esa dirección, Leonel y Abinader piden a coro: INVASIÓN MILITAR PARA HAITÍ.
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