El llamado, enfocado en los derechos fundamentales, sociales y ambientales, ha sido acogido por organizaciones y comunidades de distintas provincias del país
Por la Redacción
En un gesto de profunda solidaridad y resistencia, la Coordinadora Popular Nacional ha convocado al pueblo dominicano a movilizarse este miércoles 6 de noviembre en una serie de manifestaciones simultáneas en conmemoración del Día de la Constitución. El llamado, enfocado en los derechos fundamentales, sociales y ambientales, ha sido acogido por organizaciones y comunidades de distintas provincias del país, que, cada una desde sus realidades, buscan hacer eco de demandas urgentes y sentidas que el gobierno ha relegado.
Desde tempranas horas en Azua, Los Guiros despertará con un contundente cacerolazo, organizado por el Comité de Comunidades Afectadas por La Presa de Monte Grande, exigiendo el cumplimiento de los acuerdos que el gobierno ha desatendido. La misma exigencia de cumplimiento de pactos se replicará en el Campamento Libertad en Tamayo, donde las asociaciones campesinas reiteran su demanda por tierra, agua y la terminación del contrato de arrendamiento del Ingenio Barahona.
A lo largo del día, concentraciones frente a instituciones nacionales, como la del Ministerio de Trabajo en el Distrito Nacional y el Tribunal Superior Administrativo (TSA), visibilizarán luchas que van desde la defensa del 4% para educación y el derecho sindical hasta la protección ambiental, exigiendo que el Río Ozama sea reconocido como sujeto de derecho. En Yamasá, los residentes levantarán su voz por el cierre de un vertedero que amenaza su salud, mientras que en Monte Plata exigirán titulación y el fin de la persecución de agricultores.
Por la tarde, las demandas se tornan específicas y cargadas de simbolismo. En Bani, una vigilia frente al ayuntamiento denunciará la corrupción e impunidad en Punta Catalina, y en el Parque de Batey 6 en Bahoruco, se exigirá respeto a las plantaciones de los agricultores y la construcción de carreteras. En Barahona, el Consejo de Juntas de Vecinos promoverá un conversatorio sobre la reforma constitucional, mientras en Sabana Grande de Boya, la lucha girará en torno al respeto de los derechos de las mujeres negras.
Con un llamado simbólico a encender una vela a partir de las 6:00 pm, comunidades de todo el país recordarán la lucha contra las explotaciones mineras y el daño ambiental. Este acto de luz y unidad culminará con concentraciones en lugares como Monte Plata, Azua y El Seibo, donde se exigirá vivienda digna, cero desalojos y el respeto de los derechos humanos de los dominicanos de ascendencia haitiana.
Por su parte, en la región del Cibao, el Sector Mella I de Cienfuegos, Santiago, a las 7:00 p.m., se llevará a cabo un encendido de velas y una jengibrada popular, una acción en apoyo al pliego de demandas de las organizaciones comunitarias locales. Este evento, organizado por el Frente de Lucha Unidad y Progreso (FLUP) junto a la Coalición de Organizaciones Sociales, Ambientalistas, Feministas, Gremiales y Populares del Cibao, busca visibilizar las necesidades urgentes de la comunidad y la lucha por mejoras en áreas esenciales.
Además, la Comunidad de Don Pedro realizará un micro mitin y encendido de velas en demanda de asfaltado de calles, drenaje y acceso a servicios de agua, denunciando también el aumento en el costo de la vida. De igual manera, en Angelina, Las Guaranas, Provincia Duarte, otro encendido de velas se enfocará en el apoyo técnico y crediticio para pequeños agricultores, así como en la reparación de caminos y soluciones para los apagones. Ambos eventos son organizados por Articulación Social (AS) y subrayan las problemáticas que afectan a sus pobladores.
La movilización, que abarca desde oraciones hasta encendidos de velas y concentraciones, resalta el sentido de urgencia en cada comunidad. Desde calles sin asfaltar en Don Pedro, Santiago, hasta la protección de agricultores en Las Guaranas, las voces del pueblo convergen en un reclamo común: el cumplimiento de los derechos consagrados en la Constitución y la búsqueda de justicia y dignidad en todas sus formas.
Esta respuesta masiva, diversa y coordinada, evidencia el espíritu de resistencia y esperanza del pueblo dominicano frente a las promesas incumplidas y las políticas de exclusión. La lista de acciones sigue creciendo, y la fuerza de este movimiento se convierte en un recordatorio claro para quienes están en el poder: la voluntad del pueblo está viva, y no se apagará hasta que la justicia y los derechos fundamentales de todos los dominicanos sean garantizados.
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