Por Felipe Lora Longo
A quienes nos desearon un Feliz Año Nuevo les agradezco, con el corazón lleno de esperanza, sus deseos de un ¡Feliz Año Nuevo!
Pero quiero que sepan algo: el 2025 no será feliz por el simple hecho de desearlo. Será feliz si lo construimos juntos, si luchamos con fuerza y determinación, si tomamos las riendas de nuestro destino. ¡A los compañeros de lucha y al pueblo consciente que sueña con un futuro diferente, lleno de justicia y dignidad:
El 2024 nos enseñó que la esperanza no se siembra con palabras vacías, sino con acciones decididas. Nos mostró que solo organizados podemos vencer a los intereses mezquinos que buscan perpetuar un sistema injusto que condena a la miseria a los trabajadores, a las mujeres, a los jóvenes y a las comunidades olvidadas de nuestro país.
En este año debemos, además de desear, actuar para hacer realidad un año de resistencia productiva, un año de unidad sólida y el año del despertar popular. Un año donde no haya espacio para el miedo ni para el conformismo y donde nuestras manos, nuestras voces y nuestros corazones se unan para construir esa patria digna y soberana que soñamos.
Y para aquellos que creen que no pueden unirse a la resistencia debido a las “responsabilidades” impuestas por el sistema, debemos desearles un año sin excusas, pues lo que está en juego es el bienestar de nuestras familias, comunidades y patria y explicarles que la resistencia nos necesita a todos
Por eso, a cada uno que me deseó un feliz año, les devuelvo ese deseo con un compromiso: luchar incansablemente por el bienestar de nuestro pueblo, por la justicia social y por la soberanía de nuestra tierra. Que cada día de este 2025 sea una oportunidad para resistir, para crear y para construir un futuro donde la felicidad no sea privilegio de unos pocos, sino el derecho de todas y todos.
¡Por la justicia, por la igualdad y por el pueblo!
¡A luchar para que el 2025 sea un año feliz para todos los dominicano!
Felipe Lora Longo
