Por Juan Fermín
De la Guerra de la Restauración 1863-1865, a la Guerra de abril, 1965
El proceso histórico de la República Dominicana ha tenido diversos momentos de luchas politicas, sociales y militares que han marcado nuevas épocas, económicas, sociales, políticas, psicológicas, culturales, éticas y filosóficas, etc.
Dentro del proceso histórico de la sociedad dominicana tenemos la Guerra de la Restauración y la Guerra de abril, Guerras que aportaron grandemente a esclarecer y definir la presencia de los grupos sociales, aportaciones que se expresan a partir de las nuevas relaciones de producción y las relaciones sociales, elementos que iban evidenciando los intereses de clases destacándose las identidades de clases, sus partidos políticos, sus ideas, su pensamiento político, su visión filosófica del mundo, lo nacional-popular, sus ideologías y las psicologías sobre el nacionalismo o la dependencia, donde los intereses de clases fueron definiendo y fortaleciendo su existencia.
La Guerra de la Restauración de 1863-1865 nos muestra que se iniciaba una nueva época, época que evidencia la nueva realidad social, donde se acentúa la creación de las propias relaciones de producción y las relaciones sociales independientes de los seres humanos pero muy necesarias, las relaciones de producción se producirían en los nuevos términos materiales de la sociedad dominicana.
Las nuevas relaciones de producción que se crearon en nuestra sociedad más los nuevos materiales de producción, definirían la nueva estructura económica de la sociedad. La nueva estructura económica sería la base sobre la cual se van a definir las nuevas leyes sociales y los nuevos parámetros, de tal manera, que las leyes sociales van a contribuir a definir el lugar que ocupa cada persona o individuo en los estamentos sociales.
Con la existencia de la nueva estructura económica y las relaciones sociales en el 1865, los grupos o clases sociales van a definir las contradicciones o los antagonismo de clases por la defensa de sus intereses de clases, al momento de irse desarrollando las contradicciones de clases, vendrá la presencia del motor de la historia, o como lo diría Marx, “La historia de todas las sociedades hasta nuestros días, es la historia de la lucha de clases. La lucha de clases es el motor de la historia”. Con la nueva época que se desarrolla en la sociedad dominicana, entran etapas donde nosotros seremos los nuevos observadores o sujetos sociales de los nuevos y los más acelerados cambios y transformaciones sociales, dada la presencia de las contradicciones de clases que se convierten en el motor de la historia.
Con la realización y el desarrollo de la lucha político-militar que encabezaron los dirigentes revolucionarios de la Guerra de la Restauración, que junto a la población campesina pudieron derrotar y hacer salir del territorio dominicano al ejército invasor español, la victoria fue de vital importancia para el pueblo dominicano. La derrota y la consiguiente salida del ejército español en el 1865, debió dar inicio a la redefinición y al empoderamiento de los grupos políticos en la nueva estructura económica, en las nuevas relaciones de producción y sociales de la sociedad dominicana.
En este sentido, se ha podido observar en el proceso histórico, social y político que mediante la lucha liberal nacionalista se evacuo al intruso extranjero, pero el diablo no duerme, diez años después de la derrota y la salida del ejército español, ya para el1875, los dirigentes restauradores con el partido azul ni los grupos económicos medianamente solvente del momento, no pudieron sostener ni afianzarse en el predominio del poder económico y político, para resguardar la definición de la identidad burguesa nacionalista. Sino todo lo contrario que la definición burguesa de la base económica y de clases, se producen por la penetración del capital extranjero, como el cubano, el norteamericano, el italiano, etc., es decir, lo que constituyó un regocijo nacionalista en el 1865; ya para el1875, las ideas y el pensamiento político degeneran o evolucionan a lo opuesto, a la dependencia económica para tener un capitalismo subdesarrollado, atípico y dependiente.
Ls dos Guerras principales de la República Dominicana, una en el siglo XIX, 1863-1865 y la segunda en el siglo XX, 1965, han tenido sus propias filosofía y política de sus épocas, cuyo basamento político es RESTAURAR la NACIÓN o RESTAURAR un GOBIERNO, ambas Guerras tuvieron la orientación política filosófica del pensamiento liberal de sus respectivos momentos. Es decir, que las luchas revolucionarias que hemos estado organizando y desarrollando en el transcurso de 160 años, han sido luchas democráticas liberales, donde en la Guerra de abril, 1965, estuvimos por debajo, distanciada y detrás de la Comuna de Paris, 1871, donde en tres meses de duración, aproximadamente, se tomaron medidas revolucionarias como la de confiscar bienes de los grupos dominantes de la época; mientras en la Guerra de abril se “cuidaban” los bienes y riquezas de los grupos dominantes, incluyendo los intereses de los trujillistas-converso o convertido en PERREDEISTAS, por el BORRÓN Y CUENTA NUEVA del PRD-Juan Bosch.
Es evidente que en la sociedad dominicana está totalmente agotado la posición política de luchar por un cambio social enmarcado en la vieja doctrina de la revolución democrática burgues-liberal. La ideología y psicología liberal de los revolucionarios de la Guerra de la Restauración, continuada en abril de 1965, no puede ser el paradigma político, ideológico y psicológico de la próxima Guerra en el país. No podemos seguir luchando por RESTAURAR ni la vuelta a la constitución burguesa, la próxima Guerra tiene que ser para TRANSFORMAR los paradigmas oligarquicos y burgueses existentes por la REVOLUCIÓN SOCIALISTA o MUERTE. En 160 años de predominio oligarquico, del embrion burgués con sus luchas internas egocéntricas y la burguesía dependiente, la dependencia y el entreguismo al imperialismo, no pueden continuar definiendo la lucha de clases, como motor de la historia.
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