“No entiendo cómo la izquierda abandonó el trabajo político entre los trabajadores”.
Tiempos atrás y en especial desde la década de 1970, década en que se estructura y comienza la aplicación de la nueva política económica del neoliberalismo, política que se aplica desde que el imperialismo norteamericano y la alta cúpula militar chilena realizan el cruento golpe de Estado en Chile, 1973, donde la oficialidad de los carabineros y demás instituciones militares, enarbolan la política del anticomunismo, política diseñada y proclamada por el imperialismo y apoyada por el general Augusto Pinochet.
De allá para acá, la política neoliberal se fue aplicando y fueron desapareciendo ciento de fábricas e industrias, en los países que se aplicó dicha política, lo que ha dado pié a que millones de mujeres y hombres entraran al desempleo, aumentando el ejercito de los desempleados y la reserva laboral; como consecuencia de la política neoliberal, creció y continua creciendo el hambre, la miseria, las enfermedades, la privatización de las industrias existentes, la privatización de la educación y su calidad ha ido bajando, siendo esto una ofensa al conocimiento cientifíco.
En la República Dominicana, Leonel Fernández=PLD=FU a su política neoliberal les llamaron CAPITALIZACIÓN, repartiendo entre la oligarquía, la burguesía y altos dirigentes del peledeismo las últimas empresas e industrias que fueran de la dictadura trujilista; en la actualidad, Luís Abinader=PRM, a su política neoliberal les llaman FIDEICOMISO.
Dentro de las tantas campañas de lucha y protesta contra la política neoliberal y la Mega minería, en la ciudad capital, se realizaba una de esas protestas, y frente a la Puerta del Conde, en la tarima se arengaba, se tiraban consignas y se cantaba; en una informal conversación, donde estaba un dirigente de izquierda, dos militantes revolucionarios, dos trabajadores portuario y quien escribe estas palabras, uno de los dos trabajadores exclamó, “no entiendo cómo la izquierda abandonó el trabajo político entre los trabajadores”.
Hoy, en un momento preelectoral a destiempo, con un evidente vacio de liderazgo y de dirección, no solamente en la derecha, sino también, en la izquierda; la aclamación del trabajador portuario, resuena más y es altamente urgente preguntarse, ¿cómo entrar a los explotados y oprimidos en la revolución?, ¿cómo entrar a explotados y oprimidos al proceso revolucionario?
La aclamación del trabajador portuario de la ciudad capital, es un RETO, y hoy, en medio de uno de los CIRCOS DE LA DERECHA, necesitamos recoger el reto de la exclamación obrera, es urgente provocar a los trabajadores, los campesinos, las mujeres, la juventud, los intelectuales propiamente revolucionarios, los creadores del arte, los desempleados, etc., para que entren a la revolución y al largo proceso revolucionario que se ha ido desarrollando en la República Dominicana, para que puedan colocarse con firmeza en la nueva subjetividad socialista-comunista y con ética proletaria, para que sean el timón de los consistentes pasos revolucionarios.
En otras latitudes geográficas y países del mundo saben cómo entraron y están en la revolución; y en la sociedad dominicana en el proceso revolucionario, las clases explotadas y oprimidas, debemos saber qué hay que hacer para que entren en la revolución, con toda la cotidianidad, pero depurando el saber popular de la carga ideológica de los enemigos de clases, de la oligarquía, la burguesía y el imperialismo norteamericano para de esta manera, con el combate y la confrontación, poder pasar del sistema capitalista al sistema socialista, como transito continuo del comunismo.
Hasta el presente, no se ha podido ver la fortaleza de la entrada a la revolución de las clases explotadas y del bloque oprimido, no han entrado al proceso revolucionario como debiera de ser, por lo que es necesario indagar e investigar, cuál o cuáles han sido los obstáculos, los problemas o los fenómenos históricos que han impedido la entrada a la revolución como debería de ser y tener la propia formación del auténtico partido comunista.
Cuál será la fuerza motriz y el momento que provocará la entrada más temprano que tarde a la revolución, siempre como un largo proceso revolucionario, porque sería la única forma y manera de romper las cadenas materiales y espirituales que nos asfixian, por más difícil que haya sido, a pesar de las teorías conocidas, esto podría ser posible, al ver y tener el marxismo como una teoría crítica, porque este, con el propio Carlos Marx en vida se supo autocriticar.
El hecho de no haber desarrollado una tradición del pensamiento crítico del propio Marx, y el mismo marxismo como teoría crítica, es la consecuencia de haber dogmatizado, castrado y elitizado el marxismo, al convertirlo en un dogma, en una pendejada y en una vaina de la ortodoxia, no hemos podido hacer entrar en la revolución a las diferentes clases, sectores y grupos de los oprimidos y oprimidas, pero hoy hay que dar las más diversas explicaciones para romper con el dogmatismo, el oportunismo y el elitismo conservador que se ha desarrollado en las izquierdas dominicanas a lo largo de todo el proceso histórico y político.
