El reciente informe del FMI para la República Dominicana sugiere una “imperiosa reforma fiscal” que incluye la ampliación de la base tributaria y la eliminación de exenciones,
Por Felipe Lora Longo
En un mundo donde las políticas económicas están cada vez más influenciadas por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), es crucial analizar las consecuencias de seguir sus recomendaciones. Recientemente, el gobierno de Kenia se vio atrapado en una encrucijada fiscal, y su respuesta debería servir como advertencia para otros países, incluyendo la República Dominicana.
Desde hace años, Kenia ha estado atrapada en las garras del FMI. El parlamento aprobó un presupuesto fiscal que busca aumentar impuestos a alimentos y combustibles para pagar los vencimientos de deuda externa al FMI. Sin embargo, la respuesta del pueblo fue contundente: miles salieron a las calles para oponerse a esta medida. El estallido social en Kenia es un recordatorio claro de que las políticas fiscales no pueden ignorar las realidades de la población.
En nuestro propio país, tenemos funcionarios que parecen estar más preocupados por complacer al FMI que por proteger los intereses de la gente. Estos burócratas, sumisos al dictado de las instituciones financieras internacionales, olvidan que las políticas fiscales afectan directamente a las familias dominicanas. Ignoran las lecciones de Kenia y persisten en aplicar reformas que solo benefician a las élites mientras aumentan la carga a los más vulnerables.
El reciente informe del FMI para la República Dominicana sugiere una “imperiosa reforma fiscal” que incluye la ampliación de la base tributaria y la eliminación de exenciones, junto con una reducción de la evasión fiscal y una mejora en la eficiencia del gasto, especialmente en subsidios al sector eléctrico. Estas recomendaciones parecen ignorar las posibles consecuencias negativas para los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.
La Reforma Fiscal que Queremos
Como miembros activos en nuestra sociedad, debemos rechazar esta sumisión ciega al FMI y exigir una reforma fiscal diferente:
- Justicia Social: Prioricemos la equidad y la protección de los más necesitados. Gravemos a quienes más tienen y alivie la carga sobre los trabajadores y las clases medias.
- Participación Ciudadana: No podemos tomar decisiones a puertas cerradas. Involucremos a la sociedad en el proceso. Escuchemos a los movimientos sociales y a quienes realmente sienten el impacto de las políticas fiscales.
- Desarrollo Sostenible: No sacrifiquemos el bienestar ambiental y social en aras de pagar deudas. Busquemos alternativas que no afecten a las generaciones futuras.
El Fondo Monetario Internacional, fundado por el mismo sistema que ha creado los problemas económicos en los países subdesarrollados, no tiene las respuestas ni el deseo de ayudar a solucionarlos. Kenia nos lo ha demostrado. Como país, debemos aprender de estas experiencias y construir una reforma fiscal que realmente beneficie a todos. Seguir el camino de la sumisión ciega es inaceptable, en cambio, usemos esta oportunidad para implementar una verdadera justicia fiscal que refleje los valores de solidaridad y bienestar para todo el pueblo dominicano
Otros artículos de Felipe Lora Longo <<AQUI>>
