HomeCorrupciónEnterramos nuestros muertos y tomamos vino con sus autoproclamados herederos políticos

Enterramos nuestros muertos y tomamos vino con sus autoproclamados herederos políticos

Los problemas son los mismos que hace 60 años, salvo algunas migajas que nos han tirado en el suelo como si fuéramos mendigos o perros callejeros.”

Por : Bernardo Candelier

Si hay algo que no se puede ocultar, es la realidad. La realidad real. La historia se leerá de acuerdo a quien la escriba, añadiéndole mentiras, o ocultándole verdades.

Es así de simple. Así de sencillo.

Muchas veces cerramos los ojos, muchas veces es mejor acomodarse a la mentira para vivir tranquilos, mientras vemos pasar los hechos delante de nuestros ojos. Y no necesariamente quiere decir que seamos malos, pero sí cómplices de los que le hacen daño y que le hicieron daño a nuestro pueblo, y a nuestras propias familias. La historia, cuando la queremos ver como es, está ahí, y es la única realidad; no la realidad inventada o distorsionada.

Por lo menos guardemos silencio cuando alguien la cuenta, y la dice como es, así de cruda y responsable.
Yo en particular no tengo amigos cuando se trata de ponerme al lado de lo justo y lo verdadero. No me acomodo ni por beneficios, ni por estar bien con el amigo o la amiga. Nunca podré estar al lado de quien enarbole la misma causa de quien en el pasado pisoteó a mi pueblo e hizo o convirtió en mártir a uno de mis hermanos… así de simple. Así de sencillo.

La historia es una, y es una sola realidad.
¡Que me calle!
¿Por qué?
¿Por estar bien con todo el mundo ?

¿Y nuestros muertos ? ¿Qué dirían nuestros muertos si nos callamos?
No nos callamos en los doce años de Balaguer, cuando poníamos en peligro (real) nuestras vidas, ¿nos vamos a callar ahora, pretendiendo que todos los problemas de la RD se arreglaron?

Los problemas son los mismos que hace 60 años, salvo algunas migajas que nos han tirado en el suelo como si fuéramos mendigos o perros callejeros, pero ya asumimos que todo se arregló, y andamos como loros gritando que ya arreglamos nuestros problemas. Claro que arreglamos nuestros problemas, y nuestros mártires, ¿pensarán lo mismo en sus tumbas? ¿Se sentirán cómodos cuando ven a nuestros niños morir en los hospitales? ¿Morir de desnutrición?
¿Estarán nuestros mártires felices viendo cómo la mayoría de los males que arrastramos por décadas todavía existen ?
Ah no, los que quedaron vivos ya arreglaron sus problemas y murieron también en su mundo de fantasía y acomodados a los nuevos tiempos, y a las nuevas formas de reprensión del sistema.
Es cuanto.

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