HomeHaitiLa sociedad haitiana y la dominicana vistas con los ojos COLONIZADOS.

La sociedad haitiana y la dominicana vistas con los ojos COLONIZADOS.

Por Juan Fermín

La colonización cultural que hemos sufrido los habitantes de la sociedad dominicana nos ha llevado a mirar a los habitantes de la sociedad haitiana con desprecio, no porque el propósito del desprecio haya sido definido con los conceptos y las categorías o el conocimiento propio de los habitantes de la sociedad dominicana, sino que nuestra mirada tiene todos los componentes de los ojos, la conciencia, la filosofía, la cultura, la ética y la ideología de las clases dominantes de Europa.

Los procesos revolucionarios que se han desarrollado en la sociedad dominicana han sido utilizado por los grupos dominantes eurocentrico y sus pensadores, quienes desde la escuela dominicana, han enarbolado el desprecio por el otro, por el negro, por el haitiano o por la “raza maldita de Dessalines”, como señala Balaguer en su libro La Isla Al Revés, por el esclavo o por el pobre.

Para demostrar lo anteriormente dicho, el desprecio, solamente hay que buscar y releer lo planteado por el historiador Frank Moya Pons en su libro separata o complemento de actualización académico del Manual de Historia Dominicana, uno de los libros oficiales en el sistema educativo dominicano, en la década de 1980, en el área de ciencias sociales del tercero de bachillerato, donde en sus primeras páginas, este dice, “el dominicano quería más al francés porque este es blanco y el haitiano es negro”.

Con la primera invasión militar religioso que produjeron los españoles, europeos, 1492, se inicio el cambio de conceptos, categorías filosóficas y su visión de ver el mundo conocido por estos, de las primeras cosas que hicieron los españoles europeos en la Isla, fue ir destruyendo su base cultural que utilizaban los primeros habitantes de la Isla, los Tainos, los Nitainos, los Arawacos, los Caribes, etc.
La colonización cultural ideológica ha penetrado tan profundamente en los pobladores de los dos países, Haití y República Dominicana que una doña haitiana, con unos minutos de desahogo despreciativo decia recientemente, “los dominicanos por descender de los Tainos no quieren saber de los haitianos, porque el haitiano es negro”; pero que hemos señalado de lo que plantea el historiador Moya Pons en su separata del Manual de Historia Dominicana, exactamente lo que dice la señora haitiana. “El dominicano quería más al francés porque este es blanco”, y resulta que Moya Pons es uno de los pensadores de la oligarquía tradicional de Santiago, anclada en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, donde impartio docencia el señor Carlos Doval quien le decía a sus estudiantes, que el era SANGRE AZUL y resulta que este era cubano.

Las clases o los grupos dominantes dominicanos son oriundos de Europa, Norteamerica, el Libano, etcétera, los Vicinis, con el viejo Juan Vicinis socio protegido por el dictador Ulises Heureaux, Lilis; los Bonetis, los Brugal, los Barcelo, los Pepin o vease el libro La Oligarquía de Santiago del periodista Esteban Rosario, para que de conozca la procedencia geográfica y los cruces biológicos que los grupos dominantes han hecho para no dispersar sus grandes fortunas económicas.

O nos podemos ir al 1844 o al 1870, para ver desde donde vinieron los grupos económicos financieros y como darle nacimiento a la burguesía dominicana y su psicología de dependencia con relación a los imperios de la época.

Y si bien de puede comprender la visión del mundo que tienen los grupos provenientes de otras latitudes, también hay que ver la visión de los presidentes desclasados pero colonizados cultural, filosófica, ética e ideologicamente, identidad que sólo se puede pensar en los complejos de superioridad éstos han elaborado y desarrollado para sentirse de esos grupos que los han utilizados y a la vez despreciados, tal cual hizo la oligarquía de Santiago con Trujillo, cuando este aún no era presidente dictador que quiso pertenecer como socio del Club Santiago y fuera no aceptado como socio, desprecio que les hizo reforzar los TRAUMAS que arrastraba desde su familia, de ahí los complejos de superioridad, con lo que ocultaba los complejos de inferioridad.

El colonialismo cultural ha hecho tanto daños en la salud mental de la Isla, que solamente pudiera ser enfrentado con un amplio proceso de descolonización cultural, filosófico e ideológico desde el sistema educativo dominicano, del centro de la sociedad y toda la Isla compartida por los oprimidos, excluidos y despreciados, y en un proceso de superación dejar atrás el decir,”El negro cuando no la hace a la entrada la hace a la salida”, asi evitar el decir de Moya Pons, “el dominicano quería más al francés porque era blanco y el haitiano era negro”.

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