“El capitalismo imperialista siguió chorreando sangre y lodo sobre esta isla caribeña, y la oligarquía imitando sus fechorías y reforzando la podredumbre acumulada.”
Por Narciso Isa Conde
Orlando Martínez partió con su microscopio en la mochila, siempre sujeto a volver. Más tarde se fue el Doctor que lo mandó a matar, auto-inculpándose con su pérfida “página en blanco” y emanando flujos de corrupción, racismo, coloniaje y despótico. El capitalismo imperialista siguió chorreando sangre y lodo sobre esta isla caribeña, y la oligarquía imitando sus fechorías y reforzando la podredumbre acumulada.
Cúpulas y Gobiernos del PRD (desdoblado luego en PRM) y del PLD (dividido en PLD-Danilo y FP-Leonel), no tardaron en contaminarse con las nocivas emanaciones del balaguerismo, EEUU y CONEP. El Profesor se fue llorando la traición. Las fracciones de izquierdas que se subordinaron a opciones de esas derechas se derechizaron y cargaron con sus culpas y ataduras. ¡Tanto que se lo dijo Orlando!
Por aquí se quedaron los Drácula y Barnabás, el MAAG, la CIA, USAID y el FBI. El sistema de partidos se fue enfermando de gravedad. Vinieron el neoliberalismo, las privatizaciones, las GOLD y la ODEBRECHT.
Los cambios de caras y partidos derechistas dentro de esta institucionalidad electoral -apoyados por una izquierda ablandada y un progresismo chueco- simplemente han reciclado, remodelado y modernizado viejas opresiones y diversas formas de corrupción e impunidad. La democracia y soberanía intentadas en 1963 y 1965 fueron reemplazadas por la neo-colonialidad, la partidocracia y la plutocracia; esta última cada vez más preeminente y siempre cargada de vacas sagradas empresariales.
Con el “cambio” de Abinader se agregan más pactos ominosos con Comando Sur y USAID, más fideicomisos y APP, y más megamillonarios en un Estado sustentado en la Constitución balaguerista del 1966 reencarnada y modernizada en la versión leonelista del 2010; mientras, VICINI, BONETTI y comparsa se insertan directamente en el Gobierno con el afán de engullir, junto a la burguesía transnacional, lo que queda del patrimonio nacional. ¡Ni el agua, que vale más que el oro, se ha quedado fuera de su voraz agenda!
Este ha sido el alto costo político de obviar verdades expuestas por Orlando y confirmadas por la vida. El precio de tropezar tantas veces con la misma piedra y las funestas consecuencias de las alianzas con las derechas y el gran capital, que subordinaron, derechizaron y degradaron las izquierdas inconsecuentes y el progresismo oportunista.
Los homenajes a quien es reconocido como héroe del periodismo asumirán otra dimensión y calidad cuando el accionar transformador se apoye en sus comprobados aciertos; emprendiendo ruta y propuesta política diferentes: democracia de calle y Constituyente Soberana, que posibilite crear nuevas fuerzas, nuevos liderazgos, nueva constitución y nueva institucionalidad.
Narciso Isa Conde
20/3/2022