En los 20 años, desde el ataque ocurrido el 9/11, los Estados Unidos ha gastado más de 2 trillones de dólares en la guerra de Afganistán. Eso es 300 millones de dólares diarios por dos décadas, o 50 mil dólares por cada uno de los 40 millones de habitantes que tiene Afganistán.
O sea, que los Estados Unidos han gastado, tratando de mantener los Talibanes alejados del poder, más que la fortuna de Jeff Bezos, Elon Musk, Bill Gates y los 30 billonarios más ricos de los EU juntos.
800 billones fueron usados para cubrir directamente los costos de la guerra, 85 billones usados para entrenar los militares afganos, quienes terminaron abandonando o rindiéndose desde que el Pentágono decidió cerrar el aeropuerto de Bagram en julio. Esto eliminó, en forma efectiva, el apoyo aéreo de lo Estados Unidos en contra los talibanes.
750 millones al año fueron dedicados para los salarios de los soldados afganos. Y luego está el costo humano.
Murieron 47,000 afganos civiles, 69,000 de la miembros fuerza de seguridad afgana, 3,500 soldados de tropa de coalición; de los cuales 2,500 eran parte del personal de los Estados Unidos en la coalición, 4,000 contratistas estadounidenses y las cifras de los soldados de la oposición muertos se estiman en cerca de 51,000.
El costo, hasta ahora, de atender los 20,000 soldados estadounidenses heridos en combate es de 300 billones de dólares, y se espera que esta suma aumente otro medio trillón o más.
Los Estados Unidos financió la guerra con dinero prestado. Investigadores de la Universidad Brown estiman que ya han sido pagados más de 500 millones en intereses y creen que para el 2050 el costo de la guerra en Afganistán puede alcanzar, solamente en interese, 6.5 trillones de dólares. Lo que equivale a $20,000 por cada ciudadano de los Estados Unidos.