Además: Los último minutos del Chu.
Jesús Diplan (Comandante Chu) levantamos y honramos tus sacrificios Movimiento Popular Dominicano (MPD). Marxista-leninista. Fundado el 20 de febrero del 1956.
“La sonrisa de Chu es eterna, como el ansia de la libertad,por la cual luchó, sin descanso y sin receso”.
Nuestra organización revolucionaria y Marxista-leninista, siempre tiene presente a sus mártires. Los recuerdas con sumo interés y compromisos comunistas, como fueron y siguen siendo: faro de luz, ejemplos y estímulos para seguir marcando la línea de defensa de los intereses del pueblo trabajador , hasta éste preciso momento.
Jesús Diplan , comandante Chu, desarrolló el trabajo político y de masas que requería el momento histórico. Momento, coyuntura en el cual volvía la bestia insaciable de los difíciles doce años, nos referimos al nefasto Joaquín Balaguer.
Nuestra organización después de su segundo congreso Henry Segarra Santos celebrado en el año 1987, decidió arreciar la lucha popular en los barrios y pueblos del país. En esa etapa política creció como un gigante el camarada Diplan, el cual siempre estaba en las vanguardias de las luchas, tanto, las que implementaba el FELABEL, como el FALPO, y toda la organización.
Es un decoro y una montaña de dignidad, que físicamente cae, ese 28 de septiembre del 1990. Chu, al igual que otros jóvenes revolucionarios está sembrado en la memoria de su pueblo natal, así como de todo el pueblo dominicano. El enemigo de clase nos acecha y sufre porque no nos le rendimos, por el contrario renacemos como el ave Fénix.
Los asesinos de Chu, llevan el tormento encima, como el fardo más pesado de sus vidas, mientras que el comandante Chu, sigue siendo una eterna primavera.
Septiembre: mes de Amín Abel!!
Chu, sigue en su marcha enarbolando su bandera Rojinegra!!
El partido de Pablo Martinez, El Moreno, El Men y Alfredo Presente!!
Comisión Política del Comité Central.
Santo Domingo,R.D.,28 de septiembre del 2021.
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Los último minutos Jesús Rafael Diplán Martínez (Chu)
Por Rafael Bonilla
Los minutos más aciagos de su vida. Aquella tormentosa maña de septiembre 28 de 1990, sigue transcurriendo, no se ha detenido desde entonces y no se detendrá nunca jamás.
Fue una mañana en que una patrulla, mixta, integrada por militares y policías se trasladó a la Sección Monte Adentro, de Salcedo, provincia Hermanas Mirabal, llegaron con orden precisa de apresar, interrogar y matar a quien se hizo gigante en la lucha del pueblo y se mantiene inalcanzable porque sigue en el corazón del pueblo.
Estaba, nuestro Chu, sentado, esperando algo para desayunar, esos alimentos los preparaba una humilde familia de la citada comunidad que le había dado albergue al inolvidable Rafael Diplan.
Al llegamos esbirros, los agentes políticos de la Policía Nacional y el Ejército Dominicana, no hubo nada que hacer, solo, ver la macabra acción cuando procedieron a detener a Chu y luego a la fuerza llevarlo a unos matorrales confundido entre frondosas matas de café o cacao otras.
La orden en principio no era disparar a matar al momento de ubicarlo, la orden era apretarlo e interrogarlo al instante y momento del apresamiento.
Miles se habrán preguntado ¿Por qué no lo llevaron a un destacamento policial para el interrogatorio o a una escuelita de la zona? Podrían haber hecho eso como lo hicieron con el Che Guevara, pero no, ese no era el plan.
Los militares y policías, muy bien instruidos, sabían que se enfrentarían en un interrogatorio a un hombre firme, honesto, valiente, guapo y que tenía principios sociales y pitidos inquebrantables, además de ser poseedor de una sólida fortaleza ideológica capaz de sobreponerse hasta las más crueles de las torturas nazis.
Por eso no lo llevaron a un destacamento para interrogarlo, todo estaba claro, querían torturarlo para que hablara, para que delatara a sus compañeros, para que hablara de la línea politica de la organización a la que pertenecía.
Eso hicieron, lo torturaron de manera despiadada, de forma inhumana, pero Chu, se mantuvo firme y sin decir una palabra de las que sus torturadores querían escuchar. Nos dijo un profesional de las ciencias forenses, consultado por nosotros que, no hay dudas, Jesús Diplan, fue torturado en vida porque todos los signos eran vitales y para que fueran vitales tenían necesariamente que ser propinado en vida.
Con estas declaraciones les desmontamos la falsa historia a la pifia y al ejército, ya que estas podridas instituciones habían informado a la población que el compañero Chu, había caído en un fuerte intercambio de disparos.
Nos comunicó el forense que, las personas (policías y militares), que propinaron el tiro en la zona de uno de los ojos de Chi y que pudo producirle la muerte de forma instantáneas no fue disparado a larga distancia, sino, a menos de un metro de distancia.
Con esta otra afirmación científica desmontamos la historia de que Chu, cayera en un intercambio io de disparos porque no hubiese sido a tan corta distancia el desenlace y, además, porque los miembros del FALPO, nunca han portado armas de fuego.
Las únicas armas que han portado los miembros del FALPO, es su firme ideología y su convencimiento de que en la República Dominicana, debe haber mejor sistema de vida para más de cinco millones de personas que pasan hambre y otros tipos de calamidades sociales.
Con esas dos aseveraciones quedó demostrado que la intención era matar a Chu, hablara o no hablara de sus compañeros y por eso no lo llevaron a un destacamento policial ni a una escuelita a interrogarlo. Si lo llevaban a un destacamento se le caía la historia del intercambio de disparos igual como la CIA y los gendarmes bovinos no pusieron decir al mundo que el Che, cayó bajo un fuerte tiroteo.
Al Che, lo llevaron a una escuelita rural y ahí lo ejecutaron, pero muchas personas del lugar se percataron de lo ocurrido. Está claro, donde apresaron y torturaron a Chu, también lo mataron.
La grandeza de Jesús Diplan, aún no la hemos sentido en su gran dimensión, quizás, algunas personas tengamos ideas aproximada de esa grandeza, el pueblo conocerá de esa grandeza cuando las masas se levanten y en nombre de Jesús Diplan y otros mártires digan hasta aquí, no más gobiernos criminales, mentirosos y servidores de los poderosos.
Acorde a como vemos las cosas, muchos, dirán falta mu Ho para ese día, sin desesperación a estos, les digo que, no hay nada que podamos pronosticar cuando un pueblo se cansa de i justicia y explotación, nadie pensó que la revolución francesa podría dividir en dos la historia social y política de la humanidad y más sin embargo sucedió a pesar de que grandes intelectuales de la época entendieron que no era el momento.
Algo grande está por pasar, el pueblo se está cansando y cuando se canse de manera total va a reventar, ojalá y no suceda de forma desorganizada. Tenemos los datos de quienes participaron en este crimen, estamos comprometido escribir esos hechos sin pelos y señales, estamos creando las condiciones materiales para entregar al pueblo un libro para que conozca el día y como asesinaron a un hombre de bien.
