Al pueblo que no se deje engañar, que estos comerciantes de la política, como los llamaría Juan Bosch no son más que una cáfila de sinvergüenzas enemigos del Pueblo.
Por: Carlos Padilla Disla
Yo no sé cómo es posible que la República Dominicana sea el país donde los legisladores se van a un resort para conocer una ley y el país donde se está discutiendo qué es y qué no es una violación. Yo como el senador Ramón Rogelio Genao, tome un diccionario de la RAE y se dé cuenta de lo que es o no es una violación. La Rae establece que una violación es: ‘‘Tener acceso carnal a alguien en contra de su voluntad.’’
Me pregunto todavía, cómo es que a un orate, se le están pagando RD$ 350,000 pesos de sueldo base –sin contar, pensiones, seguros, barrilito regalos, comida, gasolina y demás– para que en el Senado se esté debatiendo un problema que se puede resolver abriendo las páginas de un libro. Y ese es el momento en que me acuerdo que a la mayor parte de los gorilas a los que nosotros llamamos senadores, nunca les ha dado la gana de abrir un bendito libro.
Me pregunto por ahí mismo, si de casualidad alguno de los que me están leyendo, se acuerdan que Ramón Rogelio Genao fue el mismo senador que con el dinero del barrilito, compró tan solo una greca y una licuadora. Lo que más me indigna es el hecho de que a nadie se le ocurre que por ese grupo de orangutanes que hablan bonito y solo saben enamorar al pueblo, son los causantes de nuestra desgracia como país.
A todos nos debería dar vergüenza el hecho de que personas como Ramón Rogelio Genao, sean los que nos ‘‘representen’’. Por qué en vez de discutir cosas sin sentido, no se ponen a trabajar para ver si es factible, la tan mentada reforma fiscal. A ver si pueden dejar de tomar tantos préstamos.
A quien escribe responsablemente estas líneas le gusta imaginarse cómo serán las ‘‘capacitaciones políticas’’ que están supuestos a hacer los partidos políticos acorde a la tan aclamada ley de partidos. Me gusta imaginarme que en esas capacitaciones a los compañeritos se les enseña a coger préstamos, a armar proyectos de ley inútiles, a robarse el dinero del pueblo, y demás yerbas aromáticas.
Al pueblo que no se deje engañar, que estos comerciantes de la política, como los llamaría Juan Bosch no son más que una cáfila de sinvergüenzas enemigos del Pueblo. No podemos pensar que van a hacer nada en favor del pueblo. ¿Cambio desde el Poder? Jajaja, que chiste, que no se les olvide que los que hoy gobiernan, ya han gobernado. Lo único que han hecho es que han cambiado las posiciones en el escenario, pero siguen siendo la misma orquesta barata que solo sabe robarnos de manera descarada.
Aves Rapaces
Si tuvieran cerebro y moral, renunciarían, porque nadie puede tener tan poca dignidad y tan poco cerebro como para hacer las cosas que hacen estas aves rapaces. Todos deberían renunciar, porque en el Senado Dominicano no hay ni uno que valga la pena. Solo se sirve así mismos y no a su pueblo, no se merecen el poder.
LADRONES
¡Mejor que dejen de hablar burundangas y se pongan a trabajar si no quieren permanecer en sus puestos cuatro años nada más!
